Planificar también es cuidar

Tras detectar una necesidad emocional relevante y compartida entre los usuarios del centro, el siguiente paso fue construir una intervención psicopedagógica realista, cuidada y adaptada a su contexto. En esta entrada os comparto cómo he organizado el proyecto paso a paso, visualmente, para que podáis ver de forma clara qué se va a trabajar, cuándo, cómo y con qué instrumentos.

???? Planificación por sesiones (secuencia de intervención)

???? Sesión 1: Identificación emocional
Actividad: Panel de emociones con pictogramas
Objetivo: Reconocer y nombrar cómo me siento

???? Sesión 2: Expresión corporal
Actividad: Mímica de emociones
Objetivo: Usar el cuerpo para expresar sentimientos

???? Sesión 3: Representación gráfica
Actividad: Dibujo libre con música
Objetivo: Dar forma simbólica a lo que siento

???? Sesión 4: Asociación sensorial
Actividad: Emparejar objetos con emociones
Objetivo: Explorar el vínculo entre lo sensorial y lo emocional

???? Sesión 5: Comprensión emocional
Actividad: Historias sociales con pictogramas
Objetivo: Identificar emociones en situaciones cotidianas

???? Sesión 6: Cierre emocional
Actividad: “La caja de los sentimientos”
Objetivo: Verbalizar o compartir cómo me he sentido en el proceso

Distribución temporal

Día Sesiones aplicadas Duración total Tareas complementarias
Día 1 Sesión 1 y 2 2h 30min Observación inicial, preparación
Día 2 Sesión 3 y 4 2h 30min Ajuste metodológico, revisión con tutora
Día 3 Sesión 5 1h 15min Reflexión y adaptación de instrumentos
Día 4 Sesión 6 1h 30min Evaluación final y entrevista al equipo

Instrumentos de intervención y evaluación

  • Rúbrica de observación psicopedagógica: Permite registrar el progreso sesión a sesión.

  • Panel pictográfico de autoevaluación: Adaptado para que los usuarios expresen cómo se han sentido.

  • Entrevista semiestructurada al equipo profesional: Recoge el impacto observado y propuestas futuras.

Indicadores de evalaución

  • Participación activa

  • Reconocimiento y expresión emocional

  • Uso de estrategias de regulación emocional

  • Evolución en la comunicación emocional

Detectando necesidades y dando forma a la mejora

Tras los primeros días de observación, integración en el centro y diálogo con el equipo profesional, he podido profundizar en una de las realidades que más me ha interpelado durante mis prácticas: la dificultad que presentan muchos usuarios para expresar lo que sienten.

Aunque las rutinas están muy bien organizadas y se promueve un ambiente seguro y estructurado, la expresión emocional espontánea sigue siendo un reto para muchas de las personas que acuden al centro. La mayoría se comunica de forma funcional en cuanto a rutinas básicas, pero cuando se trata de hablar de emociones, deseos o frustraciones, aparecen bloqueos, confusión o incluso desconexión.

Esta necesidad ha sido confirmada por el propio equipo del centro, quienes comparten la preocupación por el impacto que esto tiene no solo en el bienestar emocional de los usuarios, sino también en su autonomía, su participación social y la calidad de las relaciones que establecen.

???? ¿Cómo se traduce esto en la práctica?
En ocasiones, pequeños conflictos o cambios en la rutina generan reacciones desproporcionadas, no porque la persona quiera “portarse mal”, sino porque no dispone de herramientas para comunicar lo que siente o lo que necesita. Ahí es donde surge la posibilidad de actuar desde lo psicopedagógico.

✨ Por eso, estoy empezando a organizar una propuesta de mejora centrada en trabajar la comunicación emocional de manera accesible y vivencial, adaptada al perfil del grupo con el que estoy trabajando. La idea no es hacer algo grande o complicado, sino algo realista, acompañador y significativo, que les ayude a identificar y expresar sus emociones, en sus propios códigos y ritmos.

Me ilusiona ver cómo una intervención tan concreta puede generar espacios de conexión auténtica. Estoy convencida de que, aunque el cambio sea pequeño, será muy valioso.

Presentación y expectativas

Soy Paula, he estudiado Magisterio de Educación Primaria con mención en Pedagogía Terapéutica y actualmente estoy cursando el Máster en Psicopedagogía en la UOC. Siempre he sentido una gran vocación por la educación y, en especial, por el apoyo a los estudiantes con necesidades específicas. Ahora, con el inicio de mis prácticas, me embarco en una etapa crucial en la que podré aplicar todo lo aprendido y seguir creciendo profesionalmente.

Hoy comienza una nueva etapa en mi formación como estudiante del Máster en Psicopedagogía en la UOC: el inicio de mis prácticas. Se trata de un momento clave en mi desarrollo profesional, en el que podré trasladar a la realidad todo lo aprendido durante el curso. Quiero compartir en este blog mis experiencias, reflexiones y aprendizajes a lo largo de este proceso, con el fin de enriquecer mi formación y, quizás, ayudar a otros estudiantes que se encuentren en la misma situación.

Expectativas y objetivos

Desde el comienzo del máster, he adquirido una base teórica sólida sobre el papel del psicopedagogo en diferentes ámbitos, pero ahora tengo la oportunidad de aplicar ese conocimiento en un contexto real. Mi principal expectativa es poder observar y participar activamente en el trabajo diario de los profesionales de la psicopedagogía, entendiendo de primera mano cómo se abordan las dificultades de aprendizaje, la orientación educativa y el apoyo a la diversidad.

Además, espero que este período de prácticas me ayude a:

1. Desarrollar habilidades prácticas: Quiero aprender a identificar necesidades específicas en los alumnos y poner en marcha estrategias psicopedagógicas efectivas.
2. Mejorar mis competencias comunicativas: La interacción con estudiantes, familias y profesionales será clave en este proceso.
3. Fortalecer mi capacidad de adaptación: Cada entorno educativo es único, y quiero aprender a ajustarme a distintas metodologías y necesidades.
4. Consolidar mi vocación: A través de esta experiencia, podré confirmar mi interés por el ámbito psicopedagógico y definir mejor mi futuro profesional.

Retos y oportunidades

Soy consciente de que este proceso también conllevará desafíos. Es probable que me enfrente a situaciones complejas, en las que deba aplicar mis conocimientos de manera flexible y creativa. Sin embargo, también veo esto como una gran oportunidad para crecer, aprender de mis errores y recibir la orientación de profesionales con experiencia.

A lo largo de este blog, compartiré mis avances, los aprendizajes más significativos y las reflexiones que vayan surgiendo durante este periodo. Estoy segura de que esta experiencia marcará un antes y un después en mi formación y que cada paso que dé me acercará más a convertirme en una psicopedagoga preparada para afrontar los retos del ámbito educativo.

¡Comienza el viaje!

Necesidades detectadas en APADIS

Hola a todos/as,

Quiero compartir con vosotros/as la presentación que he elaborado sobre la detección de necesidades en el ámbito psicopedagógico de mi centro. Podéis verla en el siguiente enlace:

Presentación Canva PEC2

Además, me gustaría plantear una reflexión relacionada con nuestro futuro período de prácticas:

¿Qué tendría que cambiar para que la situación de las personas con las que intervenimos propiciase una mejora en su calidad de vida?

Desde mi punto de vista, uno de los principales retos es garantizar que los recursos y metodologías empleados en la intervención sean realmente accesibles y ajustados a las necesidades individuales. A menudo, las barreras estructurales o la falta de coordinación entre profesionales dificultan la efectividad de las acciones psicopedagógicas. Creo que una mayor personalización de las estrategias y un enfoque más interdisciplinar podrían marcar la diferencia.

¿Qué opináis vosotros? ¿Cuáles creéis que son los principales cambios necesarios para mejorar la calidad de vida de las personas con las que trabajamos?

¡Espero vuestras aportaciones!

Recibimiento y acogida

Después de la emoción e incertidumbre del primer día, por fin he comenzado mis prácticas en el Centro de Día de APADIS en Villena. Quiero dedicar esta entrada a compartir cómo ha sido mi acogida en el centro y mis primeras impresiones sobre el entorno en el que desarrollaré esta experiencia tan enriquecedora.

Contextualización del centro

El Centro de Día de APADIS (Asociación para la Atención de Personas con Discapacidad Intelectual de Villena) es un espacio que ofrece atención especializada a personas con discapacidad intelectual. Su labor se centra en la promoción de la autonomía, el bienestar y la inclusión social de sus usuarios a través de programas de estimulación, formación y actividades adaptadas a sus necesidades. El equipo multidisciplinar del centro trabaja de manera coordinada para proporcionar apoyo integral, fomentando el desarrollo personal y social de cada individuo.

Primera toma de contacto y acogida

Desde el primer momento, el recibimiento por parte del equipo del centro ha sido muy cálido y acogedor. Me han presentado a los profesionales que trabajan en APADIS, explicándome sus funciones y la dinámica diaria del centro. Me ha sorprendido gratamente la cercanía y el compromiso de todo el equipo, quienes han mostrado una gran disposición a guiarme y ayudarme en este proceso de aprendizaje.

Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención es la relación de confianza que existe entre los profesionales y los usuarios del centro. Se percibe un ambiente familiar en el que cada persona es valorada y respetada en su individualidad. Durante el primer día, tuve la oportunidad de conocer a algunos de los usuarios, quienes me recibieron con entusiasmo y curiosidad, lo que me hizo sentir bienvenida y motivada para comenzar a trabajar con ellos.

Esta primera toma de contacto ha reforzado mi entusiasmo por estas prácticas. Creo que el aprendizaje en un entorno como APADIS me permitirá desarrollar habilidades clave para mi futuro profesional, especialmente en el ámbito de la intervención psicopedagógica en personas con diversidad funcional. Estoy deseando seguir explorando las dinámicas del centro y contribuir en la medida de lo posible al bienestar de los usuarios.

En las próximas entradas, compartiré más sobre mis experiencias y aprendizajes en APADIS en relación con los retos propuestos en la asignatura.

Presentación y expectativas sobre el practicum

Pública

Soy Paula, he estudiado Magisterio de Educación Primaria con mención en Pedagogía Terapéutica y actualmente estoy cursando el Máster en Psicopedagogía en la UOC. Siempre he sentido una gran vocación por la educación y, en especial, por el apoyo a los estudiantes con necesidades específicas. Ahora, con el inicio de mis prácticas, me embarco en una etapa crucial en la que podré aplicar todo lo aprendido y seguir creciendo profesionalmente.

Hoy comienza una nueva etapa en mi formación como estudiante del Máster en Psicopedagogía en la UOC: el inicio de mis prácticas. Se trata de un momento clave en mi desarrollo profesional, en el que podré trasladar a la realidad todo lo aprendido durante el curso. Quiero compartir en este blog mis experiencias, reflexiones y aprendizajes a lo largo de este proceso, con el fin de enriquecer mi formación y, quizás, ayudar a otros estudiantes que se encuentren en la misma situación.

Expectativas y objetivos

Desde el comienzo del máster, he adquirido una base teórica sólida sobre el papel del psicopedagogo en diferentes ámbitos, pero ahora tengo la oportunidad de aplicar ese conocimiento en un contexto real. Mi principal expectativa es poder observar y participar activamente en el trabajo diario de los profesionales de la psicopedagogía, entendiendo de primera mano cómo se abordan las dificultades de aprendizaje, la orientación educativa y el apoyo a la diversidad.

Además, espero que este período de prácticas me ayude a:

1. Desarrollar habilidades prácticas: Quiero aprender a identificar necesidades específicas en los alumnos y poner en marcha estrategias psicopedagógicas efectivas.
2. Mejorar mis competencias comunicativas: La interacción con estudiantes, familias y profesionales será clave en este proceso.
3. Fortalecer mi capacidad de adaptación: Cada entorno educativo es único, y quiero aprender a ajustarme a distintas metodologías y necesidades.
4. Consolidar mi vocación: A través de esta experiencia, podré confirmar mi interés por el ámbito psicopedagógico y definir mejor mi futuro profesional.

Retos y oportunidades

Soy consciente de que este proceso también conllevará desafíos. Es probable que me enfrente a situaciones complejas, en las que deba aplicar mis conocimientos de manera flexible y creativa. Sin embargo, también veo esto como una gran oportunidad para crecer, aprender de mis errores y recibir la orientación de profesionales con experiencia.

A lo largo de este blog, compartiré mis avances, los aprendizajes más significativos y las reflexiones que vayan surgiendo durante este periodo. Estoy segura de que esta experiencia marcará un antes y un después en mi formación y que cada paso que dé me acercará más a convertirme en una psicopedagoga preparada para afrontar los retos del ámbito educativo.

¡Comienza el viaje!

 

Lo que aprendes cuando acompañas

Finaliza aquí una etapa profundamente transformadora: mi paso por el Centro de Día APADIS como psicopedagoga en formación. Este blog ha sido más que un diario de intervención; ha sido un espacio donde he podido ordenar, comprender y resignificar lo vivido.

A lo largo de estas semanas he pasado de observar con cautela a intervenir con criterio y con corazón, sintiéndome cada vez más parte del proceso de acompañamiento emocional de los usuarios del centro.

Una mirada global al proceso

Desde la detección de necesidades hasta la última sesión, he aprendido a diseñar intervenciones realistas, ajustadas al contexto y con impacto emocional y educativo. El enfoque vivencial, las adaptaciones comunicativas y la flexibilidad metodológica han sido claves para sostener un proceso que ha exigido planificación, presencia y capacidad de escucha.

Todo lo trabajado se conecta de forma natural con contenidos de asignaturas como:

  • Evaluación psicopedagógica, al diseñar instrumentos adaptados y analizar indicadores.

  • Educación emocional y convivencia, al construir espacios seguros para expresar lo que se siente.

  • Asesoramiento psicopedagógico, al dialogar con el equipo del centro y compartir propuestas.

Lo profesional y lo personal se cruzan

Estas prácticas me han llevado a explorar también mis límites y potencialidades:

  • Descubrí que tengo una gran capacidad para sostener emocionalmente los silencios, algo que en otros contextos me inquietaba, pero aquí se volvió valioso.

  • Me enfrenté al reto de ceder el control, de dejar espacio para lo imprevisible, sin abandonar la estructura de la intervención.

  • Confirmé que me siento cómoda en entornos no escolares, donde la intervención es más humana, más abierta, más flexible.

  • Aprendí a regular mis propias emociones, especialmente cuando la frustración o la inseguridad amenazaban con interferir en mi rol.

Identidad profesional en construcción

Estas prácticas me han enseñado que ser psicopedagoga no es solo saber diseñar un buen plan, sino aprender a estar, a observar sin juicio, a intervenir sin imponer, a generar confianza en vez de dependencia. Me he visto capaz de:

  • Traducir necesidades en acciones.

  • Adaptar la teoría a lo que el grupo necesita.

  • Valorar el impacto de lo pequeño.

  • Ser parte de un equipo desde la escucha activa.

Y todo esto ha impactado directamente en cómo me veo como futura profesional: más crítica, más empática, más comprometida con una psicopedagogía centrada en la persona.


Concluyo este blog agradeciendo lo vivido. Sé que no tengo todas las respuestas, pero ahora tengo más preguntas significativas, más herramientas, y sobre todo, más convicción de que este es mi lugar: acompañar, intervenir, aprender, volver a empezar

Cerramos el círculo: la caja de las emociones (28/05/25)

Descripción de la actividad

La sexta y última sesión fue un espacio de cierre emocional y reflexión colectiva, con la actividad “La caja de los sentimientos”. Se pidió a los usuarios que eligieran una emoción que habían sentido durante el proyecto y la colocaran, representada con pictograma o dibujo, dentro de una caja decorada por todos.

Objetivos trabajados

  • Integrar emociones vividas a lo largo del proceso.

  • Verbalizar o simbolizar una emoción sentida con seguridad.

  • Cerrar el proyecto en un clima positivo y compartido.

Reflexión personal y análisis teórico

Esta sesión me mostró el valor de los rituales de cierre. El componente simbólico de “guardar” emociones ayuda a darles sentido y permanencia, algo que refuerza la teoría de la experiencia significativa (Ausubel, 1976).

Fue especialmente emotivo ver cómo, incluso quienes no habían hablado mucho, expresaron algo al final, aunque fuera con un color, un dibujo o un gesto.

Evidencias de la sesión

Evaluación de la intervención

Todos los usuarios completaron la actividad. Tres expresaron su emoción verbalmente, uno con pictograma y otro con un dibujo libre. La evaluación final mostró altos niveles de satisfacción y cierre emocional positivo.

IR5 (participa en el cierre emocional expresando una vivencia) fue alcanzado por todo el grupo.

Observaciones personales

Me emocionó ver cómo, al final, el grupo construyó algo en común. Hubo una sensación de logro compartido. Esta última sesión me recordó que la intervención psicopedagógica no solo transmite habilidades, sino que también deja huella emocional.

Recorrer el viaje emocional (21/05/25)

Descripción de la actividad

La quinta sesión, titulada “El viaje emocional”, se centró en secuenciar emociones en distintas situaciones. Se trabajó con tarjetas visuales que narraban pequeñas historias o escenas cotidianas (perder algo, recibir una visita, esperar mucho tiempo, etc.) y los participantes debían identificar la emoción correspondiente en cada caso.

Objetivos trabajados

  • Relacionar emociones con situaciones reales.

  • Comprender la secuencia emocional en eventos del día a día.

  • Fomentar la empatía y la anticipación emocional.

Reflexión personal y análisis teórico

Esta sesión se apoya en el trabajo con historias sociales (Gray, 2000), ampliamente utilizado en intervención psicoeducativa. Me ayudó a observar no solo si reconocían emociones, sino si comprendían su causa o la secuencia en que aparecen.

Fue muy interesante ver cómo algunos participantes verbalizaban lo que el personaje podía estar sintiendo, poniéndose en su lugar.

Evaluación de la intervención

Cuatro de cinco usuarios completaron correctamente al menos dos secuencias emoción-situación. La comprensión fue mayor en eventos cotidianos que en escenas abstractas. Hubo participación activa y algunas verbalizaciones espontáneas.

IR4 (relaciona una emoción con una situación real) fue alcanzado por tres usuarios de forma autónoma y dos con apoyo parcial.

Observaciones personales

Esta sesión me permitió detectar que la empatía cognitiva puede trabajarse incluso en usuarios con lenguaje limitado, si se les da un contexto visual claro. También observé la importancia de repetir vocabulario emocional y vincularlo a lo vivido.

Descubrir emociones a través de los sentidos (18/05/25)

El pasado día 18 también se llevó a cabo la sesión 4 de la intervención.

Descripción de la actividad

En esta cuarta sesión, titulada “La emoción escondida”, trabajamos el reconocimiento emocional a partir de estímulos sensoriales. La actividad consistía en asociar objetos cotidianos a emociones básicas, utilizando el tacto, la vista, el olfato o el sonido. Por ejemplo: una pelota antiestrés para el enfado, una pluma suave para la calma, o una imagen de grupo para la alegría.

Objetivos trabajados

  • Reconocer emociones en estímulos sensoriales simbólicos.

  • Relacionar objetos, situaciones o sensaciones con una emoción concreta.

  • Estimular el pensamiento asociativo desde un enfoque emocional.

Reflexión personal y análisis teórico

El enfoque multisensorial resultó altamente efectivo. Según autores como Ayres (1972) y enfoques actuales de estimulación basal, el uso del canal sensorial facilita la comprensión de contenidos abstractos en personas con discapacidad intelectual.

Esta sesión me permitió ver que no todos los usuarios acceden a la emoción desde la palabra o el gesto, y que el tacto, el olor o una textura pueden desencadenar asociaciones emocionales muy precisas.

Evaluación de la intervención

Todos los usuarios participaron activamente, mostrando curiosidad. Cuatro realizaron asociaciones correctas entre objeto y emoción. Dos requirieron apoyo verbal, pero lograron completar el ejercicio.

IR3 (relaciona una emoción con una situación real o estímulo sensorial) fue alcanzado por el 100% del grupo, con distintos grados de autonomía.

Observaciones personales

Esta fue una de las sesiones más sorprendentes: elementos simples provocaron respuestas profundas. Uno de los usuarios relacionó un pañuelo suave con “cuando me acaricia mamá” y eligió la emoción “tranquilo”. Esto me confirmó el poder emocional de lo sensorial, algo que a menudo olvidamos.

Sesión 3: Pintar lo que siento (18/05/25)

Descripción de la actividad

En la tercera sesión del proyecto “Emocionar para comunicar”, realizamos una actividad adaptada al tiempo disponible: pintado de mandalas como medio de expresión emocional. La propuesta se basó en que los participantes eligieran libremente colores para rellenar su mandala, y después, asociaran los colores utilizados con una emoción.

Aunque inicialmente la planificación contemplaba música de fondo y una posterior representación oral más amplia, el tiempo limitado nos llevó a centrar el objetivo en vivenciar la emoción a través del color y la creatividad visual.

Objetivos trabajados

  • Expresar una emoción personal mediante el uso del color.

  • Asociar colores con emociones básicas.

  • Explorar formas de comunicación emocional no verbal y artística.

Reflexión personal y análisis teórico

Esta sesión me permitió ver de forma clara cómo el arte puede ser un canal emocional directo y seguro, especialmente en personas con dificultades de lenguaje verbal. La propuesta fue bien recibida, con un clima de concentración que me sorprendió positivamente.

La actividad se apoya en fundamentos de la arteterapia y en el planteamiento de autores como Lowenfeld y Kellogg, que destacan la importancia de la expresión simbólica en contextos educativos y terapéuticos.

El vínculo entre color y emoción, aunque subjetivo, generó conexiones interesantes. Por ejemplo, uno de los participantes eligió solo tonos azules y dijo “hoy estoy tranquilo”, mientras que otro usó rojos intensos y expresó “rabia”. Esto demuestra que, aun con dificultades de expresión verbal, el lenguaje visual puede ser enormemente potente.

Evaluación de la intervención

Cuatro de cinco usuarios completaron su mandala sin abandonar la actividad. Todos realizaron alguna asociación entre color y emoción, con distintos niveles de apoyo. Se reforzó el uso del panel de emociones como recurso complementario para verbalizar o señalar cómo se sentían tras pintar.

En términos de indicadores:

  • IR2 (expresa una emoción vivida en actividad) fue alcanzado por tres usuarios de forma autónoma.

  • IR5 (representa gráficamente una emoción) se cumplió en todos los casos, aunque en uno fue necesario acompañamiento completo.

Se confirma que este tipo de dinámica facilita la participación, promueve la autoexploración emocional y es especialmente útil en contextos con diversidad comunicativa.

Observaciones personales

Esta sesión fue breve, pero significativa. Me recordó que no siempre importa la duración, sino la calidad de la experiencia emocional. El nivel de concentración fue alto, lo cual indica que los participantes estaban conectados con lo que hacían.

Pude observar que algunos colores se repiten según el estado de ánimo, lo que me da pistas para usar este tipo de recurso también como herramienta de diagnóstico informal. A nivel personal, fue una sesión tranquila pero muy enriquecedora, y me dio espacio para observar más en profundidad las microexpresiones y reacciones individuales.

Sesión 2. Mi cara lo dice todo (13-05-25)

La segunda sesión (realizada el mismo día que la primera) se tituló “Mi cara lo dice todo” y tuvo como objetivo trabajar la expresión emocional a través del cuerpo y la mímica facial. Se planteó como una dinámica lúdica y participativa, que permitiera reforzar lo trabajado en la sesión anterior —el reconocimiento emocional— desde un canal más gestual y corporal.

La estructura de la sesión fue:

1. Inicio: breve repaso del panel de emociones con apoyo visual.

2. Dinámica principal: juego de mímica en el que cada participante debía representar una emoción con el rostro o el cuerpo, mientras los demás intentaban adivinar cuál era.

3. Cierre: reflexión compartida sobre qué emoción resultó más fácil o difícil de mostrar.

Objetivos trabajados

  • Expresar emociones de forma no verbal, a través de la mímica.

  • Reconocer emociones en los gestos faciales y corporales de los compañeros.

  • Reforzar el vínculo grupal desde una actividad dinámica y emocionalmente significativa.

Reflexión personal y análisis teórico

Esta sesión fue mucho más activa y expresiva. A diferencia de la primera, que tuvo un tono más tranquilo, aquí se generaron momentos de risa, sorpresa y complicidad entre los participantes.

En esta ocasión me fue especialmente útil recordar lo que sostiene Wallon (1942) sobre la importancia del cuerpo como primer canal de expresión emocional, y cómo en personas con dificultades comunicativas, el cuerpo sigue siendo una vía válida y rica para expresarse.

También vi con claridad cómo la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner se aplica en este contexto: algunos usuarios que no habían verbalizado nada en la sesión anterior, se mostraron muy cómodos imitando gestos o reaccionando ante los de los demás.

Fue clave mi actitud de modelado: al iniciar con un ejemplo claro, rompí el hielo y reduje el miedo al error, lo que permitió una participación más relajada y auténtica.

Observaciones personales

Esta sesión fue energizante. Me impresionó cómo algunos usuarios se mostraron más libres corporalmente que verbalmente, lo que me reafirma en la necesidad de diseñar actividades que permitan distintos canales expresivos. Noté también que hay emociones que generan más resistencia (como el miedo), quizás por dificultad para representarlas o por lo que evocan internamente.

Este tipo de actividad me permitió observar diferencias en la espontaneidad emocional entre los participantes, algo que será importante tener en cuenta en futuras propuestas más complejas. Personalmente, me sentí mucho más cómoda y conectada que en la sesión anterior: voy entendiendo mejor el ritmo del grupo y el valor de la presencia emocional como parte de mi rol.

Empezamos desde lo más básico (12/05/25)

El pasado jueves 8 realicé la primera sesión de la intervención psicopedagógica, la cual se centró en una actividad llamada “¿Cómo me siento hoy?”, cuyo objetivo principal era identificar y nombrar emociones básicas a través de apoyos visuales y un panel pictográfico. Se desarrolló en un entorno tranquilo del Centro de Día APADIS, con un grupo de ocho usuarios previamente seleccionados.

Objetivos trabajados

OE1: Identificar y nombrar emociones propias.

OE2: Expresar emociones a través de lenguaje verbal o no verbal.

OE3: Emplear estrategias básicas de autorregulación.

OE4: Participar activamente en contextos emocionales grupales.

Reflexión personal y análisis teórico

Esta primera sesión me permitió pasar de la planificación al contacto real con las personas, lo cual es un cambio significativo. Comprobé cómo el enfoque constructivista y vivencial cobra vida cuando se genera un espacio de seguridad emocional.

La teoría de Kolb (1984) sobre el aprendizaje experiencial fue clave: al tocar, ver y elegir, los participantes conectaron con sus emociones sin necesidad de una verbalización compleja.

Me sorprendió positivamente cómo el uso del panel pictográfico funcionó como un catalizador emocional

Evidencias del proceso

Observaciones personales

Esta primera toma de contacto fue tan sencilla como poderosa. Me llamó especialmente la atención que, aunque las opciones eran visuales y accesibles, al menos dos participantes dudaron al elegir una emoción. Esto me hizo reflexionar sobre cómo la identificación emocional no es automática, ni siquiera con apoyos visuales, y que, en muchos casos, requiere modelado, tiempo y acompañamiento.

Tuve que reajustar mi rol: no como alguien que “aplica una actividad”, sino como una figura que sostiene emocionalmente el espacio y ofrece claves para que otros puedan expresarse. Me encontré pendiente de las miradas, de los gestos, del silencio, mucho más que de si elegían el pictograma correcto.

También noté cierta inseguridad inicial por mi parte, algo natural en una primera sesión real. Sin embargo, ver cómo uno de los usuarios señalaba el pictograma de “feliz” y luego lo repetía verbalmente, aunque fuera una sola vez, validó todo el proceso y me animó a seguir con más confianza. Además, uno de los usuarios no habla ni comunica nunca nada ni con la ayuda del comunicador y, ese día, pude encontrar la forma de que lo hiciera relajándolo con cosquillas y estimulándole sensorialmente, él se sentía relajado y cómodo por lo que respondía bien a la actividad.

Esta sesión me confirmó que la teoría me da la base, pero es la práctica la que me forma como futura psicopedagoga.